Como tema extra, me a parecido interesante hacer un breve exposición sobre el bullyng, ya que es un tema controvertido que perturba a muchos jóvenes y en cual hay mucho que trabajar como psicólogo educativo.
El
Acoso Escolar (también conocido con su término inglés:bullying) consiste en un
continuado y deliberado maltrato verbal o modal que recibe un niño por parte de
otro u otros, que se comportan con él cruelmente con el objeto de someterle,
amilanarles, intimidarles, amenazarles u obtener algo mediante chantaje y que
atenta contra la dignidad del niño y sus derechos fundamentales.
Estadísticamente,
el tipo de violencia dominante es la emocional, no diferencia niveles
socioeconómicos y puede darse tanto en las aulas, como fuera de ellas, incluso
a través de las redes sociales, lo que recibe el nombre de ciberacoso. Los
protagonistas de los casos de acoso escolar suelen ser niños y niñas en proceso
de entrada en la adolescencia (12-13 años).Los agresores pueden ser niños o niñas,
aunque la tendencia está más marcada en niños.
En España no hay estudios oficiales hasta un estudio
del defensor del menor de 1999. Existen programas de prevención en muchos
países de Europa, en Estados Unidos y en España han sido pioneros en Sevilla,
con un programa educativo de prevención al que aludiremos en esta información
que han llevado a cabo desde 1997.
Para
poder hablar de acoso escolar, deben estar presentes las siguientes
características:
*
Debe existir una víctima indefensa atacada por un abusón o grupo de matones.
*
Presencia de desigualdad de poder (desequilibrio de fuerzas), entre el más
fuerte y el más débil. Es una situación desigual, de indefensión para la
víctima.
*
Existencia de una acción agresiva repetida, durante un período largo de tiempo
y de forma recurrente.
*
La agresión crea en la víctima la expectativa de poder ser blanco de ataques
nuevamente.
*
La intimidación se refiere a sujetos concretos, nunca al grupo.
*
La intimidación se puede ejercer en solitario o en grupo.
PREVENCIÓN
Existen
algunas pautas que pueden ayudar tanto a la familia como a los educadores y a
la sociedad de un modo general, a prevenir este fenómeno. Luchar contra el
acoso escolar es una responsabilidad de todos. Cada parte implicada debe
cumplir su papel.
o
La familia
Educar
es una tarea muy difícil ya que los padres ni las madres son expertos en
pedagogía o han nacido ya preparados para educar a sus hijos. Pero la familia
se construye y su estado es considerado esencial para la socialización de los
niños, a través de la transmisión de valores, normas o comportamientos. La
familia es la que tiene que establecer lo que es inaceptable y lo que es
aceptable, en casa y en las relaciones sociales. Según los expertos en acoso
escolar, la ausencia de reglas, la falta de supervisión y de control razonables
de la conducta de los hijos fuera del colegio, de lo que hacen y con quién van,
una disciplina demasiado dura, la falta de comunicación y la presencia de
tensiones y de peleas en la familia, pueden llevar a los hijos a la adquisición
deconductas agresivas.
Existen
cursos y reuniones en las escuelas de padres y madres que pueden orientar a los
progenitores acerca de lo que se puede hacer para mantener alejados a sus hijos
del bullying. Se basan, normalmente, en reglas básicas como:
1.
Preocuparse por los hijos, hablando con ellos y creando un canal de diálogo.
Evitar los monólogos. Se aprende y se conoce mejor a los hijos, escuchándoles.
2.
Estar pendiente de los posibles síntomas como nerviosismo, falta de apetito,
insomnio, bajo rendimiento escolar o fobia escolar.
3.
Controlar y supervisar las conductas de los hijos, observando qué hacen, a
dónde van, con quién juegan, cuáles son sus intereses y proyectos.
4.
Determinar los límites y las normas. Exigir el cumplimiento de las elementales.
5.
Educar para controlar las emociones, para comportarse con los demás y para
convivir con otros.
6.
Observar los comportamientos, estados de ánimo y cambios en los hábitos de los
niños.
o
El colegio.
El
tipo de disciplina que exista en las aulas y en el centro escolar es de
fundamental importancia en la construcción de una buena conducta. La constante
supervisión de la conducta de los niños en las aulas y en el patio, así como en
el comedor, cuenta a la hora de detectar si está o no ocurriendo algún caso de
acoso escolar. Profesores y cuidadores deben estar presentes y pendientes,
siempre.
Para
tener una adecuada actuación de la escuena frente al acoso escolar, en un
principio, se debe no cerrar los ojos a la realidad. Establecer reglas para
evitar el bullying, mantener un buzón de sugerencias y de quejas siempre
abierto, tratar el tema a través de cursos, conferencias o tutorías, poner a
cuidadores o vigilantes en el comedor, en el recreo, y en otras zonas de
riesgo, introducir y mantener asignaturas de educación en valores, e intervenir
de una forma rápida, directa y contundente en el caso de haya algunasospecha de
acoso escolar. En complicidad con el centro escolar, los profesores deben
colaborar en la identificación de algún caso, o simplemente estableciendo con
sus alumnos unas normas de no agresión.
o
Las instituciones y los medios de comunicación
Crear
y mantener un teléfono público para los niños es una forma de abrir una puerta
a sus posibles conflictos. Las campañas anuales de sensibilización también
pueden funcionar para prevenir el acoso escolar. En cuanto a los medios de
comunicación, sería interesante y muy viable que controlasen más los contenidos
que emiten o publican. La sociedad en general debe prevenir y atajar posibles
brotes de acoso.
Es
necesario estar atento y no dejar pasar nada o pensar que todo es normal o se
trata de una broma. Cuando un niño se burla, amenaza o pega a otro niño, se
debe intervenir para que eso no se repita. Cuando en el patio del colegio
alguien se burla del aspecto de otra persona, hay que reprenderle.
Para evaluar el acoso escolar contamos con el test AVE, que es una herramienta imprescindible para prevenir,
identificar tratar y diagnosticar el acoso (bullying), el maltrato escolar y los
daños psicológicos más frecuentemente asociados a estas conductas.
Bibliografía:
Arroyave,
P. (2012). Factores de vulnerabilidad y riesgo asociados al bullying. Revista
CES Psicología, 5(1), 118-125.
Alberto
Trautmann M. (2008). Maltrato entre pares o “bullying”. Una visión actual. Rev
Chil Pediatr Pediatra, 79 (1): 13-20. Servicio de Pediatría, Hospital Militar.
Unidad de Atención Integral del Adolescente, Servicio de Pediatría, Clínica
Alemana de Santiago.
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