Otro tema de interés y auge en los últimos tiempos es es Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, del cual he creído adecuado hacer una pequeña introducción sobre el problema en sí y las posibles intervenciones psicoeducativas.
Las
manifestaciones clínicas del trastorno por déficit de atención e hiperactividad
(TDAH) vienen determinadas por factores biológicos, genéticos, neurológicos y
ambientales. Su tratamiento por ello es (o debe ser) multimodal: con
intervenciones educativas, farmacológicas y psicosociales. El tratamiento ha de
ser multimodal
En
la actualidad hay evidencia empírica de que el TDAH está enormemente influido
por factores ambientales de lo cual se
deriva que un adecuado abordaje debe contemplar de forma temprana los contextos
del niño. Es importante ayudar a los
padres a comprender y manejar el comportamiento de los hijos. Dentro del contexto
familiar, Jarque Fernández S.(2012), a través de una revisión bibliográfica de
diferentes estudios que investigan la eficacia de las intervenciones del
TDAH encontró que los tratamientos
psicosociales disminuyen el distrés familiar y mejoran las habilidades
parentales.
El
entrenamiento psicoeducativo a maestros ha resultado de bastante eficacia en
diferentes aspectos: mejoras en la conducta centrada en la tarea y conductas
disruptivas en niños con TDAH, así como en la reducción de síntomas centrales y
algunos asociados, como conducta antisocial, trastornos psicopatológicos y
trastornos de ansiedad, lo cual repercute en una mejora del rendimiento
académico, la competencia social y el cumplimiento de normas.
De
las intervenciones psicosociales, las que están empíricamente validadas son el
entrenamiento a padres y maestros en técnicas de manejo conductual, y en menor
medida las técnicas cognitivo conductuales y el entrenamiento en habilidades
sociales (Jarque Fernández S. 2012).
Las
intervenciones psicosociales cobran gran relevancia desde el prisma del TDAH,
ya que se trata de un trastorno de origen neurobiológico que presenta no sólo
disfunciones cognitivas, sino también alteraciones afectivas (tanto
motivacionales como emocionales). Las afectivas involucran dificultades en el
procesamiento de la recompensa, adversión a la demora, así como en el
procesamiento y regulación emocional. Además de que al tener una sintomatología
crónica se produce un fuerte impacto en el ámbito familiar, social y académico.
.
A
favor de la mayor importancia a las intervenciones psicosociales en TDAH (sin
querer infravalorar la necesidad de una intervención farmacológica) hay que
señalar el hecho de que el aumento del consumo de fármacos para el TDAH en EEUU
se debe en cierta medida, a que el sistema sanitario tiende a favorecer los
tratamientos farmacológicos frente a los conductuales ya que resultan más
rentables económicamente hablando. Esta situación puede ser fácilmente
extrapolable a nuestro entorno.
Para
finalizar, expondré la gran variedad de intervenciones psicosociales y
educativas en relación al TDAH, las cuales resultan muy eficaces en el
tratamiento combinado.
1. Educación
al menor:
Ayudarle
a conocer su trastorno. Sus debilidades y fortaleces. Y que no está solo,
existen muchos niños y adolescentes con TDAH. Desarrollar habilidades sociales
y académicas que mejoren su autoestima y favorezcan sus relaciones con la
escuela, familia y amistades. Ensayar un manejo de resolución de problemas que
le aporte mayor seguridad.
2. Intervención
familiar:
Procurar
a los padres información sobre TDAH. Y evitar sentimientos de culpabilidad. Transmitirles
la importancia del Refuerzo positivo. Enseñarles a definir reglas claras:
órdenes concisas y sencillas, límites infranqueables y otros negociables. Y
apreciar los esfuerzos. Dividir las tareas en pasos más sencillos.
Educarles
en la importancia del mantenimiento del orden y rutina en el ambiente familiar.
Mantenimiento de la disciplina, es decir, un menor con TDAH no tiene por qué
ser maleducado, aunque le lleve mayor tiempo aprender ciertas reglas.
Enseñarles
a utilizar el tiempo fuera: cuando el niño se descontrola frente a una
situación, retirarle toda la atención. Hacerle recapacitar sobre qué ha
sucedido y felicitarlo por haber hecho bien el tiempo fuera. Aprender a
quererlo y aceptarlo tal como es.
3. Intervención
en el ámbito escolar y académico:
Mostrar
al profesor qué es el TDAH y cómo puede ayudar a la integración del niño. Mostrar
al profesor estrategias para colaborar. Que le ayude a evitar a distracción:
situándolo en primera fila, junto a compañeros más tranquilos, supervisándolo a
menudo… Que ayude a mantener su atención con estrategias como por ejemplo,
tocarle el hombro al pasar junto a él. Que premie los avances por pequeños que
sean. Que mejore la conducta frente a la tarea académica del niño. Es muy
importante que exista un plan de apoyo académico coordinado con la familia y el
equipo médico. Si el niño va medicado el profesor ha de conocer la medicación y
sus posibles efectos adversos.
4. Intervención
a escala social:
Actividades
extraescolares en las que el niño mejore sus habilidades sociales, como por
ejemplo, las artes marciales donde aprenderá autodominio personal.
También
resultan muy beneficiosas las actividades deportivas o de tipo scout, donde aprenden
a respetar y valorar las normas y reglas de los juegos, a colaborar y a
convivir entre iguales, y otros valores tales como la solidaridad, el
compañerismo y la autosuperación, lo cual redundará positivamente en su capacidad de autonomía, así como en su autoestima
e iniciativa personal.
A
modo de conclusión, y tal y como afirma Jarque Fernández debemos seguir avanzando
en la ardua tarea del abordaje del TDAH infantil y adolescente desde una
perspectiva psicosocial.
Para finalizar añado unos videos a mi parecer muy interesantes a través de los siguientes enlaces:
http://descargas.pntic.mec.es/cedec/atencion_diver/contenidos/dificultades/tdah/
http://www.rtve.es/alacarta/videos/informe-semanal/informe-semanal-energiainquietos/166148...
http://www.youtube.com/watch%3Fv%3DOhvDqsUSfhI
http://descargas.pntic.mec.es/cedec/atencion_diver/contenidos/dificultades/tdah/
http://www.rtve.es/alacarta/videos/informe-semanal/informe-semanal-energiainquietos/166148...
http://www.youtube.com/watch%3Fv%3DOhvDqsUSfhI
Bibliografía:
Jarque Fernández S. (2012). Eficacia de las intervenciones con niños y adolescentes con Trastorno por déficit de Atención con Hiperactividad. Anuario de psicología (42) (págs.19-33). Universitat de Barcelona.
Jarque Fernández S. (2012). Eficacia de las intervenciones con niños y adolescentes con Trastorno por déficit de Atención con Hiperactividad. Anuario de psicología (42) (págs.19-33). Universitat de Barcelona.
Bakker L, Rubiales J. y López M. (2012).
Percepción del estrés escolar y ritmocircadiano de cortisol en niños con TDAH. Arch Neurocien (17) (págs.39-44).
Palomino M.D., Pérez Guerrero C y
Martin-Calero M. J. (2013). Tratamiento actual del trastorno por déficit de
atención e hiperactividad (TDAH). Pharm
Care. (15) (147-156).
Santurde del Arco E, Del Barrio del
Campo J. A. (2013). TDAH: Intervenir en el fomento del apego. International Journal of Developmental and
educational psicology. (1) (págs.265-270).
Apuntes de las prácticas de la asignatura Intervención y tratamiento Neuropsicológico y Psicofarmacológico
Apuntes de las prácticas de la asignatura Intervención y tratamiento Neuropsicológico y Psicofarmacológico
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